¿QUÉ ES ANTES, LA RESPONSABILIDAD O EL PUESTO?
No será ni la primera ni la última vez que un responsable mete la pata comunicando primero el nombre del nuevo puesto antes de explicar si quiera el contenido del mismo al trabajador.
Y lo que es peor, le decimos a alguien que va a ser tal o cual puesto en la organización (le damos un poder) pero todavía no tiene la autoridad en la organización y fracasa, hemos perdido a uno de nuestros mejores hombres o mujeres para la causa por culpa de un mando inexperto en el campo de batalla, con fuego real.
Ser líder es muy complicado
Siguiendo con los símiles bélicos, imagínate que estás en una trinchera y tu mando superior te nombra responsable de un pelotón de aguerridos hombres y mujeres que tienen que asaltar la trinchera de enfrente, la del enemigo.
¿Qué necesitan ver los soldados en los ojos de ese responsable de pelotón? Dicho de otra manera ¿Cómo te fías de un tío o tía que te manda a una probable muerte?
Aristóteles decía que la confianza y la persuasión se basa en cuatro pilares:
- ETHOS: Tiene que ver con la credibilidad y la reputación, nos fiamos más de las buenas personas, sabemos que no nos van a apuñalar porque tienen limpio el expediente.
- PATHOS: Tiene que ver con trasmitir lo que piensas desde la emoción, ser empático y conectar con los otros desde el cerebro límbico.
- LOGOS: Es basar tu discurso en evidencias claras, en datos, en lógica.
- EROS: Es ser generoso, principalmente cuando las circunstancias no son fáciles para serlo, cuando las cosas están jodidas.
Si pasamos por el tamiz de Aristóteles a nuestro responsable de pelotón:
- ¿Cuántas trincheras has asaltado? ¿Eres reconocido por el pelotón como una buena persona?
- ¿Eres capaz de comunicarte de una forma sincera y desde el corazón? ¿Eres capaz de mirar a tus soldados y pedirles la vida? ¿saben que tú también la darías?
- ¿Estás instruido de forma adecuada para reconocer las tácticas del enemigo, contrarrestarlos y tener la capacidad de utilizar de forma adecuada tus recursos?
- ¿Estarías dispuesto a sacrificarte por tu pelotón? ¿Darías tus botas, tu arma o tu vida por ellos?
SI LA RESPUESTA A ESTAS PREGUNTAS ES NO, SIGA RASCANDO