Vengo detectando desde hace años que el gestor medio español tiende a hacer comparaciones entre el fútbol y la empresa, por eso he decidido abrir un apartado del blog que se llame:
¿Consultoría o fútbol?
Lo confieso, cuando he trabajado por cuenta ajena también he sido de los que he pasado largas horas hablando de mi jefe (el seleccionador nacional) criticando sus decisiones, cuestionando sus logros. Y es que es verdad, todos tenemos un director general dentro.
En las evaluaciones del desempeño y entrevistas de análisis de proyecto suelo preguntar:
-¿Qué es lo que harías si fueras el director general?- buena parte de los encuestados suele poner cara de sorpresa, hay un momento de reflexión.
-¿Yo?, subirme el sueldo- risas – No, en serio, ni idea- es lo que me suelen responder.
Círculo de preocupación vs. círculo de influencia
Steven Covey, en sus famosos 7 hábitos, ya hablaba de círculo de preocupación y del círculo de influencia.
- Círculo de preocupación: todo eso que nos ocupa la cabeza pero que no depende de nosotros.
- Círculo de influencia: Es el ámbito en el que nuestras acciones nos ayudan a avanzar
Observo que las empresas más productivas son las que frecuentan con mayor asiduidad el círculo de influencia. Es complejo controlar la tendencia que tenemos los humanos a dar consejos desde una posición en la que nuestra opinión no va a suponer ningún beneficio ni perjuicio.
Beneficios de centrarse en el círculo de influencia:
- Eres infinitamente más productivo
- Las organizaciones, como avanzan, ganan en confianza
- Las conversaciones internas son más sanas
- ¡Las conversaciones entre las personas también son más sanas!!
- ¡No hay quejas! Te recomiendo esta noticia sobre los beneficios de no quejarse, pincha aquí
Ser seleccionar nacional no es fácil, es verdad, todos somos seleccionadores nacionales de nuestro círculo de influencia, suficiente problema tenemos…