Antes de tomar una decisión de vital importancia en tu vida, ya sea personal o corporativa, hay que tener siempre en cuenta una serie de factores y datos previos a dar ese paso. Desde las decisiones más simples y básicas hasta las más complejas, la forma en que elegimos actuar puede tener un gran impacto en nuestras vidas, tanto en el bienestar como en nuestro propio éxito. Al mejorar nuestra autoconciencia y dominar el proceso de toma de decisiones, podemos tomar elecciones más informadas y con más PROBABILIDADES DE ÉXITO. ¿Empezamos?
¿Qué es la toma de decisiones?
En su esencia, la toma de decisiones implica evaluar las opciones que tenemos a nuestro alcance y seleccionar la que mejor se adapte a lo que necesitamos. Esto puede implicar considerar factores como las consecuencias de cada opción, los recursos disponibles, nuestros valores personales y nuestras preferencias individuales.
Esto, no se limita a una situación en concreto, es algo que que siempre va a estar presente en nuestras vidas. Puede ser una elección tan simple como saber qué pedir en un restaurante, o algo mucho más complejo, como puede ser elegir tu carrera universitaria o decidir si hacer una inversión o no.
CUIDADO, una características muy importante de la toma de decisiones es que, además de ser un proceso cognitivo, también es EMOCIONAL. A menudo, nuestras emociones y experiencias pueden influir en esto. Esto puede ser algo tanto positivo, como negativo. Es importante tomar decisiones basadas en la lógica, el razonamiento y la información disponible. Esto implica evaluar objetivamente las diferentes opciones y sopesar los pros y los contras.
Importancia de la toma de decisiones
Como digo, es algo que siempre va a estar ahí a lo largo de la vida, y, por tanto, siempre va a tener una repercusión directa en nuestro futuro y camino. No solo nos permite alcanzar nuestras metas y objetivos, sino que también contribuye al desarrollo de habilidades como la autoconciencia, la autodisciplina y la resolución de problemas.
Una decisión bien tomada puede abrirnos puertas y darnos oportunidades para crecer y alcanzar nuestras metas, mientras que una decisión impulsiva o mal informada puede llevarnos por un camino menos favorable.
Por otro lado, tomar decisiones nos obliga a conocernos a nosotros mismos. Nos fortalecemos, y nos ayuda a reconocer y aceptar la responsabilidad y las consecuencias de nuestras acciones.
Proceso de toma de decisiones
Digamos que la toma de decisiones no es una ciencia exacta, cada una de ellas puede ser muy distinta. No obstante, siempre hay ciertos «pasos» o claves que hay que tener en cuenta, por lo menos para las más complejas (sin importar si es más personal o empresarial). Veamos esas claves:
- Identificamos el problema. El proceso de toma de decisiones comienza con la identificación clara del problema o la situación que requiere una elección. Es importante definir bien el problema de manera y comprender sus causas para poder abordarlo de manera efectiva. Analízalo bien de arriba a abajo, cualquier obstáculo que te puedas encontrar, resultado esperado…
- Recopila toda la información que pueda ser de utilidad. Una vez que se ha identificado el problema, el siguiente paso es recopilar toda la información relevante y disponible que pueda ayudarnos a evaluar las opciones disponibles. Investiga, consulta fuentes contrastadas y busca consejos de expertos.
- Análisis de alternativas: Con la información recopilada, es hora de analizar las diferentes alternativas disponibles. Evalúa pausadamente los pros y los contras de cada opción, considerar las posibles consecuencias a corto y largo plazo y determinar cuál es la mejor opción para alcanzar el objetivo deseado.
- Toma de decisión: Después de analizar todas las alternativas, llega el momento de tomar una decisión. Es importante tener en cuenta los objetivos personales y los valores al hacer la elección final. A veces, puede ser útil utilizar herramientas como listas de ventajas y desventajas, análisis costo-beneficio o consultas con personas de confianza para tomar una decisión informada.
- ¿Lo dejamos ya de lado? ¡No!: Una vez hemos tomado la decisión, no nos olvidamos de ella, hacemos alguna que otra revisión para tener todo bajo control, e incluso hacer cambios respecto a la decisión si es necesario..
- Evaluación: Finalmente, es importante evaluar los resultados de la decisión tomada. ¿Se han alcanzado los objetivos establecidos? ¿Se han cumplido las expectativas? Este feedback nos permite aprender de nuestras experiencias y ajustar el enfoque a tomar en futuras decisiones
Las diferentes tomas de decisiones
Decisión corporativa
Se podría diferencias en tres niveles distintos según la carga de responsabilidad. Empezaríamos por las decisiones operativas, que son tomadas por niveles más «bajos», como supervisores, y que suelen ser diarias. Las tácticas, más dirigidas a tomar decisiones estratégicas, como puede ser una campaña de marketing. Por último, están las de planificación, tomadas por altos mandos, con el objetivo de mejorar como empresa, tanto a nivel «humano», como en término de beneficios.
Suele basarse en información financiera, análisis de mercado y proyecciones futuras, y puede implicar la participación de los múltiples niveles que he comentado dentro de la organización.
Decisión según método: rutinarias o de emergencia
Las decisiones pueden clasificarse según su frecuencia y urgencia. Las decisiones rutinarias son aquellas que se toman de forma regular y suelen basarse en hábitos y rutinas establecidas. Por ejemplo, qué comer para el desayuno, qué ropa usar para ir al trabajo, problemas laborales para los que ya tenemos un procedimiento claro…
Por otro lado, las decisiones de emergencia son aquellas que requieren una respuesta rápida y eficaz debido a una situación inesperada o de crisis. Estas decisiones suelen implicar un mayor nivel de estrés, ya que no tenemos una forma de proceder establecida.
Decisiones individuales vs decisiones de grupo
Las decisiones individuales son aquellas que un individuo toma por sí mismo, basadas en su propio juicio y experiencia. El objetivo siempre va a ser prácticamente siempre el propio beneficio, o, por lo menos, teniendo más en cuenta tus preferencias. El individuo es completamente responsable de las consecuencias de su decisión. Esto significa que debe asumir la responsabilidad de cualquier resultado, ya sea positivo o negativo. Tienden a ser más rápidas ya que no requieren la negociación o el consenso con otras personas.
Las decisiones de grupo implican la participación de múltiples personas que colaboran y comparten ideas para llegar a una elección consensuada. Pueden ser beneficiosas porque permiten aprovechar la diversidad de conocimientos y experiencias de los miembros del grupo, lo que puede conducir a soluciones más creativas y bien fundamentadas. Sin embargo, también pueden ser más complejas y requerir un proceso de toma de decisiones más prolongado debido a la necesidad de llegar a un acuerdo entre todos los que participan.
La importancia de los datos en la toma de decisiones
Esto está más enfocado a las decisiones empresariales, aunque, dependiendo de para qué, también se puede aplicar a lo personal. Los datos se han convertido en uno de los ACTIVOS MÁS VALIOSOS para las empresas en todos los sectores. La capacidad de recopilar, analizar y utilizar datos de manera efectiva puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- Información basada en evidencia: Los datos proporcionan información basada en evidencia que ayuda a las empresas a tomar decisiones fundamentadas y respaldadas por datos concretos, en lugar de basarse únicamente en intuiciones
- Identificamos oportunidades no explotadas por la competencia, o no satisfechas de la mejor forma. Además, esto te permite personalizar mejor tu servicio o mejorar tus productos según necesita tu mercado.
- Optimización de procesos: Los datos también pueden utilizarse para optimizar los procesos internos de una empresa, desde la cadena de suministro hasta la gestión de recursos humanos.
- Gestión del riesgo: Los datos también son fundamentales para la gestión del riesgo empresarial. Al monitorear y analizar indicadores clave de rendimiento, las empresas pueden identificar riesgos potenciales y tomar medidas proactivas para mitigarlos.